EL DEPORTE Y LA MODA: DEL ESTADIO A LAS CALLES
El vínculo entre el deporte y la moda se ha ido estrechando significativamente en los últimos años. Su simbiosis ha transformado ambos mundos, desde el origen de los uniformes deportivos, al auge del streetwear y esos virales tacones Loewe con una pelota de tenis que llevó Zendaya. Muchas de las firmas que conocemos, en particular firmas masculinas, comenzaron su andanza como ropa técnica o de deportes, fabricando incluso para otras marcas antes de emprender su propio camino.
Si bien esta unión no es del todo nueva, la reciente evolución ha captado la atención de los grandes diseñadores de renombre, que cada vez participan más activamente en el mundo deportivo. De hecho, se prevé que la ropa deportiva sobrepase en beneficios a cualquier otro sector del textil, creciendo alrededor de unos 356 mil millones de dólares a nivel global. En honor a las Olimpiadas de París 2024, hablemos un poco de la relación estrecha entre moda y deporte.
¿Forma o función?
La moda deportiva ha desempeñado un papel crucial en la evolución del estilo contemporáneo. ¿Por qué? Porque la ropa deportiva anteponía función a forma, buscando la comodidad de los atletas desde los primeros uniformes deportivos en el siglo XIX. La gente vio pronto la conveniencia de usar ropa que facilitara el movimiento en el día a día, no solo durante la práctica de deportes.
Si bien la ropa de deporte había sido simplemente ropa más holgada de lo normal, la aparición de los deportes regulados en el siglo XIX propició toda una nueva industria. Thomas Hancock, inventor inglés, descubre la técnica de la vulcanización de la goma (la unión de elementos a alta temperatura). Esta técnica se usa hoy en día todavía para la unión de suelas de calzado deportivo y otros elementos de goma. Combinado con la aparición del telar programable, de la mano del comerciante inglés Joseph-Marie Jacquard en 1801, se genera el clima perfecto para la confección en masa de la ropa deportiva.
Las grandes firmas y la moda deportiva
Más tarde, firmas y diseñadores se sumaron a la trayectoria de la ropa de deporte. Coco Chanel, por ejemplo, se inspiró en la ropa de hombre deportiva para trazar su propia revolución de la moda femenina. Introdujo comodidad y funcionalidad, inspirada en la vestimenta masculina y deportiva, como las rayas náuticas (o estampado Bretón) y los pantalones holgados. Con el respaldo de creadoras como Chanel, la ropa deportiva pronto comenzó a hacerse hueco en el día a día de las personas.
Moncler, fundada en 1952, es un ejemplo destacado de cómo una marca de ropa de deporte se convirtió en un emblema del lujo moderno y la innovación. Inicialmente concebida para actividades al aire libre, la ropa Moncler ha evolucionado hasta volverse un esencial del estilo cosmopolita. Sus famosas colaboraciones con diseñadores como Thom Browne y Pierpaolo Piccioli han elevado el perfil de una de las mayores firmas de ropa deportiva en el mundo, situándose junto a los grandes del lujo. Sus iniciativas demostraron que la moda técnica puede ser tanto funcional como estéticamente vistosa y sofisticada.
Otro gran ejemplo de unión de moda y el deporte fue Stone Island, fundada en 1982. Su trayectoria está marcada por su gran investigación textil e innovación. La marca es conocida por sus técnicas de teñido y materiales avanzados, que combinan alta durabilidad con un estilo propio e inconfundible gracias al parche Compass. Stone Island ha logrado una fuerte presencia en la cultura del fútbol y el streetwear, convirtiéndose en un referente para los fans del deporte en la Inglaterra de los 80.
El auge del streetwear: de los atletas a los Millennial y Generación Z
Los años 80 vieron un giro completo en la cultura del deporte. La aparición del culto a los atletas de la década generó el clima perfecto para el éxito de marcas como Autry o Stone Island. Los grandes atletas, particularmente en la cultura estadounidense, se volvieron estrellas por derecho propio con una audiencia dispuesta a consumir tanto su imagen como su producto.
Desde entonces, los deportistas han pasado de ser simplemente figuras en el campo de juego a convertirse en invitados a grandes campañas y eventos de moda. Uno de los ejemplos más recientes es la relación de la tenista Serena Williams con Vogue Estados Unidos y Anna Wintour. En su trayectoria, ha recibido el premio Fashion Icon en los premios CFDA, una distinción que subraya sus diversas colaboraciones con grandes marcas y apariciones estelares. Jugadores de fútbol como Héctor Bellerín y Bukayo Saka también han aparecido en pasarelas y colaboraciones con marcas de lujo como Louis Vuitton y Burberry.
2024 se considera el mayor año para la unión de la moda y el deporte, comenzado por la campaña de Louis Vuitton con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, el éxito de la película Challengers con Zendaya, y la campaña de Gucci con el tenista Jannik Sinner, promocionando la icónica Gucci Duffle Bag.
Otro hito del nuevo siglo han sido las colaboraciones entre grandes marcas con firmas deportivas, inaugurado por la firma Supreme. Las colaboraciones entre marcas de moda y deportivas han creado productos icónicos que van más allá de su propósito original, convirtiéndose en piezas de colección como la colaboración de Gucci con Adidas.
La influencia del deporte en la moda cotidiana fue creciendo desde los 90 en forma del concepto athleisure, una forma de vestir que combina ropa deportiva con elementos de moda para el día a día. Hoy día, el athleisure podría considerarse la base del concepto streetwear. Esta revolución, que adoptó otros términos como el normcore (ropa relajada para uso en situaciones cotidianas), llegó para quedarse al re-elevar piezas como las sudaderas y los pantalones de chándal a elementos que pueden llegarse a ver como elegantes y sofisticados. Esto, siempre en combinación con piezas más tradicionalmente de vestir.
LVMH: la estrella de las Olimpiadas 2024
El grupo LVMH, que incluye marcas como Loewe, CELINE y Givenchy, es uno de los mayores patrocinadores de los Juegos Olímpicos de París 2024. Esta colaboración subraya la importancia de la moda en eventos deportivos, así como representa lo emblemático de LVMH y su presencia en la cultura francesa. Sus distintas firmas participarán en la creación de acciones, medallas y maquillaje de los juegos.
Moda y deporte: tecnología para el futuro
El futuro de la moda deportiva se presenta emocionante e innovador. Con el auge de las nuevas tecnologías y la innovación textil, las marcas tienen por delante un futuro prometedor. La ropa deportiva es un sector que requiere innovación constante. Dicha innovación es luego aplicable a la ropa de vestir, optimizando tejidos, transpirabilidad, y utilización de recursos. La sostenibilidad se está convirtiendo en un enfoque clave, con diseñadores como Moncler liderando el camino hacia una moda deportiva más ecológica (situándose 5 años consecutivos a la cabeza del índice de sostenibilidad de Dow Jones).
La relación entre el deporte y la moda ha evolucionado de maneras sorprendentes y creativas. Marcas como Moncler y Stone Island han demostrado que la funcionalidad y el estilo son más que compatibles: son ideales. Colaboraciones innovadoras y el apoyo de grandes grupos como LVMH, Prada o Moncler continúan redefiniendo los límites de esta simbiosis.