Ropa de The Row mujer

La camiseta perfecta. Ese fue el proyecto que inició el largo camino de éxitos para Mary Kate y Ashley Olsen. Con esta filosofía simple y exquisita, la ropa The Row surgió para dar forma a la vestimenta moderna. El nombre proviene de Savile Row, una calle en Mayfair (Londres) conocida por su abundancia de sastres. Además del nombre, las creadoras absorbieron la dedicación a la sastrería fina, y la transformaron en un nuevo movimiento en la moda.

Tejidos exclusivos, piezas tan actuales como eternas, materiales únicos… La lista es larga de razones porque The Row es una pieza clave del lujo moderno desde su fundación en 2006. La creatividad del dúo marcó el comienzo de una nueva sensación en la industria, una vuelta a la simplicidad y elegancia que se añoraban en la nueva década. Actualmente, desde sus oficinas en Nueva York, las creadoras lanzan colecciones estacionales que combinan el lujo sencillo con siluetas irreverentes y montajes de capas que llaman la atención.

Cómo The Row ropa se alinea con Ottodisanpietro

La ropa quasi-sartorial de The Row, su estilo actual y perenne y su innovación y renovación constante es lo que buscamos en Ottodisanpietro. Su elegancia es simple, discreta y con mensaje. Sus desfiles son en sí un ritual completo y exclusivo. Pocas y muy controladas imágenes llegan a los medios, los invitados son contados, y así se mantiene el aire de misterio de las creadoras. La colección es la protagonista real de sus presentaciones. La calidad de su ropa y su diseño exquisito son lo que sostiene a la marca como una de las piedras centrales del lujo del siglo veintiuno.

Paletas de color tenues y discretas en combinación con bloques de colores más vibrantes son lo que constituye el estilo puro ropa The Row. En 2012, seis años tras su fundación, el dúo creativo ganó el premio Womenswear Designer of the Year en la gala de premios CFDA, uno de los más prestigiosos del mundo. Sus colecciones se suelen mostrar en la Semana de la Moda de Nueva York , y más recientemente, en París como parte de la ola de creadores americanos mostrando en la capital francesa. Sin embargo, es su esencia neoyorquina y presencia que les da una interpretación nueva a sus piezas, convirtiéndose en las más marcas minimalistas de los Estados Unidos sin tener un enfoque puramente comercial.

Su primera tienda, en Los Ángeles, ganó el premio Chicago Athenaeum de arquitectura. Esto no nos sorprende, porque su visión artística se expande más allá de la ropa. Sus accesorios visten una habitación completamente, sin necesidad de ruido, y su relación con las artes ha sido siempre una gran fuente de inspiración. Nuestra primera compra de The Row, en 2011, incluyó el jersey Pablo (por Pablo Picasso). Su conexión a un concepto de belleza que va más allá de la moda es lo que hace a la marca el icono que es, permitiendo que todos podamos encontrar un pedacito nuestro en The Row ropa, pero siempre manteniendo su estética sólida y consistente.