LA GRAN OBRA DE YVES SAINT LAURENT
La marca de ropa Yves Saint Laurent fue pionera en la introducción del concepto de prêt-a-porter. En los 60, la firma ascendió al Olimpo de la moda gracias a su particular equilibrio entre una elegancia sin igual, y un contacto estrecho con la cultura de la noche y lo underground.
Si bien es una de las firmas más famosas del mundo, la marca Saint Laurent es también una de las más desconocidas. Pocos confundirían sus icónicas siluetas oscuras, sus vestidos largos, sus looks de noche, y su aire misterioso. Pero, ¿sabías que fue Saint Laurent el primero en abanderar la ropa de diario de alta calidad? (Denominada prêt-a-porter). ¿Y que fue el primero en vestir a la mujer con un traje considerado para hombres? (Le Smoking).
En este artículo, repasaremos la obra de uno de los creadores más famosos y su firma epónima: Saint Laurent.
El principio
El famoso logo entrelazado de YSL fue parte de la marca desde el principio. Diseñado por el artista gráfico Cassandre (nombre de muchas piezas de la firma, y pseudónimo de Adolphe Jean-Marie Mouron), se empieza a usar desde prácticamente su fundación en 1961.
Yves Saint Laurent (el creador) y Pierre Bergé (el director general, socio y compañero de vida de Yves) establecen la marca en el número 30 de la calle Spontini. La primera colección, lanzada en enero de 1962, causó furor internacional inmediatamente. ¿La primera pieza creada para la colección? Un vestido negro corto.
Esta primera colección era la entonces tradicional alta costura, pero fue en 1966 que abrieron la primera tienda. Llamada Saint Laurent Rive Gauche, por lo moderno de la orilla izquierda del Sena en París, se trata de la primera tienda en la que el prêt-a-porter tiene la misma prioridad que la costura, sin una prevalecer sobre la otra.
Este mismo año, lanza Le Smoking, la gama de trajes para mujer. La primera, de hecho, en vestir a la mujer con el famoso powersuit tradicionalmente masculino. Le Smoking, el primer traje como tal creado para la mujer, fue todo un movimiento salido de la mente de Saint Laurent. La apropiación del traje tradicionalmente masculino fue acto revolucionario para la mujer, permitiéndole moverse más libremente en un mundo donde el vestir formal significaba forzosamente llevar vestido. Las mujeres ahora podían vestir “como ellos”, y reclamar el poder que las ataduras les quitaban.
En 1967, Saint Laurent produce el vestuario para la película Belle de Jour con Catherine Deneuve, que inmediatamente se convierte en una de sus musas. Otra de sus grandes musas fue su amiga del alma, Betty Catroux, a quien descubrió bailando por la noche y pasó a formar parte de su círculo más íntimo. Para rematar esta década de éxito, en 1968 lanza la línea de ropa de hombre Saint Laurent.
Los años 70 y 80
Saint Laurent inaugura la nueva década en 1971 con una colección de escándalo, literalmente. Inspirada por los años 40, y nombrada ‘LIBÉRATION’, la colección establece lo que será la clave de la moda ochentera: las hombreras. Pero antes de hacerse una tendencia ochentera, las hombreras se volvieron el símbolo inconfundible de la casa. La silueta alargada y severa, acentuada por el volumen de las hombreras, se establece como el sello de identidad de la maison.
En 1974, las oficinas de YSL se mueven al número 5 de la Avenida Marceau, donde en 2017 abriría el museo de Yves Saint Laurent. Poco después, es una de las primeras firmas en realizar un desfile de alta costura sobre una plataforma elevada (como las pasarelas de los 80). En aquel momento, la nueva percepción de la moda vista por los invitados desde abajo creaba un efecto diferente. Le daba protagonismo a las piezas, y las distanciaba del murmullo de los presentes.
En esta década también lanza sus primeras incursiones en el mundo de los perfumes, dedicando una colección entera a su perfume Opium. Además de firmar la silueta de la década, Saint Laurent marca otro hito siendo el primer diseñador en ser celebrado en vivo en la exposición del MET de Nueva York.
En esta fase de su vida, consolida su amor por Marrakech, donde tendrá una casa que en la actualidad existe como casa-museo. Y en esta misma década, tiene un episodio de amor por los colores que fue celebrado el la colección más reciente de la firma.
Saint Laurent hasta la actualidad
El uso del color siempre fue importante para Saint Laurent. Pese a su amor por el negro, su trabajo quiso vestir a la mujer de colores para contrastar la noche. Una cierta alegría de vivir que contrasta con la seriedad con la que se lo recuerda. Existen múltiples documentales y biopics en los que se evidencia esta dicotomía.
A finales de los 90, principios de los 2000, el maestro Saint Laurent decide encargarse exclusivamente de la alta costura, dejando a Alber Elbaz y Hedi Slimane como encargados de la gama Rive Gauche para mujer y hombre, respectivamente. El resultado es el lanzamiento de la carrera de dos futuras estrellas de la moda.
En el 99, Saint Laurent se incorpora al grupo Kering, y Tom Ford toma el relevo de ambas gamas de Rive Gauche tras su salida de Gucci. En 2002, es Yves Saint Laurent quien anuncia su retirada con un desfile retrospectiva a su trabajo en la alta costura, cerrando así sus operaciones de costura en Avenue Marceau, donde ahora se alza su museo.
A la cabeza de las gamas de hombre y mujer, se suceden Stefano Pilati y Hedi Slimane hasta la llegada de Anthony Vaccarello. Es bajo la mente creativa de Hedi Slimane que la casa ahonda en su archivo y decide utilizar el etiquetado de la firma –Saint Laurent, sin el Yves– como nombre oficial para la firma.
Desde 2016, Saint Laurent está bajo la dirección creativa de Anthony Vaccarello. Su debut con la colección de otoño 2016 marcó las claves del Saint Laurent de Vaccarello: los años 80, lo seductor y el énfasis en el misterio.
Con desfiles icónicos a los pies de la Torre Eiffel (en los Jardins de Trocadéro), el Saint Laurent de Anthony Vaccarello mantiene ese aire imponente tan importante para YSL. El entonces equipo formado por Vaccarello a la dirección creativa y Francesca Belletini en la dirección general, la firma marcó records de beneficios por encima de los 16.000 millones de euros en los primeros años.
Vaccarello también cultivó su propia generación de musas de la casa. Al lado de iconos como Catherine Deneuve, Charlotte Gainsburg y Lou de Lafalaise, la nueva era de Saint Laurent invitó a referentes del estilo moderno como Zoë Kravitz, Rosé de BlackPink y Hailey Bieber.