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COMME DES GARÇONS

Cuando Françoise Hardy escribió Tous les garçons et les filles, le costaría creer que daría nombre a una de las firmas que definiría los siglos XX y XXI. Pero contra el hipotético pronóstico de Hardy, fue así cómo sucedió. Comme des Garçons surge en 1969 en Tokio, de la mano de Rei Kawakubo. Hoy se la conoce como una firma de ropa casual innovadora, pero lo cierto es que su influencia cambió el panorama de la moda para siempre, inspirando las mentes de toda una generación de creadores de la talla de Alexander McQueen, Martin Margiela, Junya Watanabe, Dries Van Noten, y Chitose Abe de Sacai

Su influencia trasciende nociones y conceptos estéticos. Además de su espectacular método de creación y de sus formas de desafiar a la industria, Rei Kawakubo abrió el camino de la influencia de la moda japonesa en el mundo. El efecto mariposa de su trabajo ha creado la moda casual de la actualidad, dejando como resultado iteraciones de su estilo minimalista y conceptual en todas las grandes firmas. En la ropa casual y de diario, su influencia es fácilmente identificable a través de la camisa de rayas oversize, los pantalones vaqueros anchos, las sandalias con calcetines y las siluetas geométricas de mucha de la ropa actual. 

En 2017, Rei Kawakubo se convirtió en la segunda diseñadora viva en tener una retrospectiva en el Costume Institute del MET, después de Yves Saint Laurent. La exposición, titulada Rei Kawakubo/Comme des Garçons: Art of the In-Between”, presentó 140 piezas divididas por dualidades conceptuales: ausencia/presencia, moda/antimoda, objeto/sujeto. Fiel a su misticismo, Kawakubo se negó a asistir a la gala inaugural y rechazó explicar sus colecciones. La muestra celebraba precisamente eso: la imposibilidad de categorizar su obra. Para muchos, fue la confirmación definitiva de la influencia Comme des Garçons fuera de la moda: una exposición de carácter global que tomó forma pese a la ausencia de su fundadora.

COMME DES GARÇONS

¿Cómo empezó Comme des Garçons?

Como otros caminos de grandes genios, sus inicios no fueron fáciles ni bien recibidos. Al principio, su moda resultaba demasiado rompedora. Frente al glamour y la formalidad de los 60 y los 70, Kawakubo llevaba adelante una propuesta deconstructiva y conceptual.

Su uso del negro y lo artístico de su ropa se veían como un handicap. En 1981, su desfile debut en París causó un furor inesperado, siendo criticado ampliamente por la prensa de moda al considerarse demasiado oscuro y abstracto. Pero aunque sus colecciones hasta los 90 tuvieron una recepción mediática complicada, Kawakubo nos dio una lección sobre cómo el instinto y la consistencia son las herramientas más valiosas de los creativos.

Las primeras colecciones, como comentamos, eran monocromas, marcadas principalmente por el uso del color negro, cortes irregulares y una estética que rompía con cualquier ideal clásico de feminidad. No es que Rei Kawakubo fuera contra la moda de ese momento, como algunos podían percibir. En realidad, buscaba cuestionar y explorar las nociones de arte y creatividad sobre el cuerpo humano, en una época donde la ropa estaba orientada a ser elegante, glamurosa, y acentuar la feminidad o masculinidad explícita. Sin mayor exploración ni cuestionamiento.

Pero con Kawakubo, todo era diferente. Comme des Garçons juega en lo liminar, emborronando las líneas entre género, disciplina y cuerpo. Inspirada por la danza y la libertad de movimientos, la negación de los cánones de género y el rechazo a las convenciones de belleza, creaba prendas que desdibujaban la silueta y que distorsionaban el cuerpo como un lienzo en blanco sobre el que construir una obra compleja.

¿Por qué es conocida Comme des Garçons?

El verdadero punto de inflexión llegó en 1981, cuando Comme des Garçons debutó en la Paris Fashion Week. Por aquelentonces, la marca ya era un fenómeno de culto en Japón, pero en París decidió poner toda su creatividad por delante.

Su colección, desafortunadamente apodada por la prensa como Hiroshima Chic, resultó ser una propuesta aplastantemente sobria: prendas negras, desestructuradas, con costuras inacabadas o deshechas y tejidos totalmente desgarrados. La crítica reaccionó con cierta reticencia, tildando sus diseños de apocalípticos. Pero, como ocurre con las revoluciones, la incomprensión es el primer paso de su enorme impacto. 

Con ese desfile empezó un nuevo paradigma. Ese mismo año, Yohji Yamamoto, entonces pareja sentimental y creativa de Kawakubo, también debutó en París. Juntos, y junto a Issey Miyake, consolidaron la nueva escuela japonesa en la moda internacional: una perspectiva más conceptual y poética, cuya influencia se percibe hoy incluso en firmas como The Row o Bottega Veneta.

Entonces, Rei Kawakubo proponía un nuevo lenguaje visual basado en el vacío, en abrazar la imperfección y buscar la asimetría como fin. Comme des Garçons no tardó mucho tiempo en volverse un fenómeno global, en moda y en cultura. Su ropa aparecía en revistas, exposiciones y galerías. En 1983 abrió su primera boutique en Nueva York. En 1988 lanzó la revista Six, donde el trabajo de artistas como Peter Lindbergh, Bruce Weber o Salvador Dalí ilustraban el universo en expansión de la firma. En los 90, sus perfumes anti-fragancia exploraron también una de las mejores estrategias de marca: la perfumería nicho.

La historia de Junya Watanabe y Comme des Garçons

Junya Watanabe es el discípulo más brillante de Kawakubo. Nacido en Fukushima en 1961, Watanabe entró en la firma en 1984 como patronista tras graduarse en Bunka Fashion College, el mismo instituto que su mentora. Su destreza con la marca fue tal, que en 1992, Kawakubo le permitió crear su propia línea bajo el paraguas de Comme des Garçons, convirtiéndose así en el primer diseñador interno en independizarse dentro del ecosistema CdG. Tras la incorporación de Watanabe, y en la expansión internacional de CdG junto a su pareja Adrian Joffe, la firma se fue subdividiendo en líneas que ofrecían un producto distintivo.

Desde entonces, Junya Watanabe Comme des Garçons ha desarrollado un universo propio: muy experimental, pero arraigado profundamente en lo técnico. Siluetas abstractas con una obsesión por los materiales, manipulados hasta volverlos casi arquitectura textil. A diferencia de Kawakubo, su trabajo parte de temas concretos: tribus urbanas, uniformes escolares, el punk, el workwear americano… 

Pero como todo en Comme des Garçons, su meta es rupturista, con una deconstrucción del vestir que recuerda la escuela de su mentora. Watanabe también ha sido pionero en las colaboraciones entre marcas: Levi’s, The North Face, Nike, Carhartt, e incluso MAN. Estas alianzas le han permitido democratizar su estética sin diluir su visión. Como dijo Kawakubo: “Si 1 + 1 no es mucho más que 2, entonces no tiene sentido colaborar.

Comme des Garçons HOMME 

La línea Comme des Garçons HOMME ocupa un lugar fundamental. Fue lanzada en 1978, incluso antes del salto a París, como respuesta al creciente interés masculino por la estética radical de la marca. Pero lejos de ser una simple traducción de sus propuestas femeninas, CdG HOMME abrió un nuevo terreno: observar la sastrería desde lo experimental, otra de las formas de impacto de Kawakubo que prosiguen en la actualidad.

Inicialmente diseñada por su fundadora, la línea combinaba cortes clásicos con detalles más innovadores e inesperados: chaquetas con dobladillos desplazados, tejidos en contraste o costuras deliberadamente visibles que trazaban los contornos de la ropa. La estética era limpia pero desconcertante, siempre con un giro particular o algo sorprendente. 

A partir de los años 90, Junya Watanabe asumió la dirección creativa de varias sublíneas masculinas, como HOMME Plus, HOMME Deux o HOMME Plus Evergreen, donde llevó más lejos la innovación técnica y conceptual en el campo de la moda masculina. Estas líneas buscaban crear estructuras híbridas, con referencias culturales inesperadas y antitéticas (como el barroco y el skate), y colaboraciones de culto que reescribieron la manera de hacer streetwear.

En los desfiles de HOMME Plus, es común ver referencias al punk, a la androginia o al humor absurdo. Siempre buscando causar una emoción, igual que busca el arte contemporáneo. Detrás de cada pieza hay una confección rigurosa, heredera de la tradición japonesa del patronaje como un arte.

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Comme des Garçons PLAY

Más allá de sus líneas que desfilan en París, existe una gama que ha dominado el streetwear del siglo XXI. Su uso transmite entendimiento, comprensión de la moda, de Rei y de todo lo que simboliza Comme des Garçons.

Lanzada en 2002, la ropa Comme des Garçons PLAY estaba diseñada por Rei Kawakubo en su origen. Se caracterizaba por una estética lúdica, timeless e inconfundible gracias al corazón con ojos creado por el artista polaco Filip Pagowski. Se dice que este logo podría querer representar el alma y la expresión de Rei, aunque el artista declaró que se trató de una propuesta totalmente espontánea que acabó como logo de la línea.

El éxito de Comme des Garçons Play ha generado colaboraciones con Converse, Coca-Cola, Matt Groening y otros creativos de culto.

Hoy, Comme des Garçons sigue siendo una firma en estado de constante reinvención. En un panorama saturado de tendencias y algoritmos, la radicalidad de Rei Kawakubo invita a sentir antes que a entender, y es hoy más relevante que nunca. Porque en sus propias palabras: “no diseñar también es diseñar”.

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