Cómo vestir para una boda en verano hombre

Canali, Etro, Prada… Si todas las grandes firmas siguen explorando el traje de hombre en todas sus versiones, significa que el traje clásico para caballero sigue siendo un esencial. La mejora en los cortes y materiales utilizados, e incluso algunas siluetas y combinaciones, aumentan en número cada temporada para favorecer la comodidad y modernidad del guardarropa masculino.

Generalmente, a la hora de cómo ir vestido a una boda en verano hombre, lo preferible es un traje chaqueta en tonos azul marino o negro, con corbata y una camisa siempre de color blanco. El mantenimiento de colores en una misma gama favorecerá la uniformidad estética de la boda en general, y sobre todo entre caballeros y el novio. En todo caso, siempre es importante consultar con el novio las normas de vestuario, así como averiguar cómo mejor acercarse al estilo que llevará en la boda. 

Como calzado, modelos de monk shoes o mocasines tipo Church’s o Tod’s son lo ideal. Los modelos lisos son siempre una apuesta segura, las hebillas no deben llamar demasiado la atención, y los troquelados y otros adornos deben ir siempre en armonía con el resto del estilismo. Por lo general, lo preferible es calzado formal negro más discreto. 

Pero pese a la prevalencia del traje en las bodas y ceremonias; no es traje chaqueta todo lo que reluce en las ceremonias de verano.

Dentro del crecimiento exponencial de la moda de hombre en los últimos años, la internacionalización de recursos y firmas ha logrado un mayor abanico de opciones de vestir para hombres. Tanto para el día a día como para las ocasiones más formales, como las bodas en verano. 

Dependiendo de dónde vivamos, un traje chaqueta de hombre clásico puede resultar en un golpe de calor o acabar empapado de sudor al final de la jornada. Es por eso que muchos caballeros ya optan bien por opciones alternativas, o bien (como lleva haciendo la mujer durante décadas) por cambiarse tras la ceremonia a outfits más ligeros y móviles. 

Entre estas nuevas opciones, tenemos una combinación tan atractiva como funcional, que es el clásico mediterráneo del pantalón de traje o de pinzas con una camisa o casaca blancas y unos loafers o mocasines blandos como los Tod’s. Esta opción, tan elegante como fresca es ideal para los momentos de más calor. Bien es cierto que, en el caso de las noches de verano que pueden refrescar, un toque elegante durante el día puede ser el llevar un jersey o cárdigan anudado sobre los hombros, que será nuestro abrigo cuando bajen las temperaturas al final del día. 

Si bien existe un protocolo comúnmente aceptado y preferible en las bodas y las celebraciones de verano, también es cierto que en pleno siglo XXI, el armario de hombre ha sufrido una transformación y expansión no vista hasta la fecha.

Su liberación de la escasez de opciones de vestir hace cuestión de años ha permitido al caballero explorar nuevas realidades y formas de expresar su elegancia. La creciente desaparición de conceptos como temporada o género en la moda están permitiendo la rápida evolución de lo que hasta ahora se consideraba como “ropa elegante” o “moda formal”.

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