En cuanto a moda, París siempre es buena idea. Como capital de la moda global, ante el tambaleo de otras fashion week globales, la de París se ha mantenido como un referente inquebrantable.
El estilo parisino resulta casi indescriptible, pero también inconfundible. Lo engloba y respeta todo, pero también es un concepto muy específico e identificable. Las rayas bretonas, las americanas, los vestidos, las sandalias finas… París junta lo mejor del estilo urbano y clásico con un aire vanguardista que surge de manera natural. Es el resultado de un viaje personal, uno que ha vivido fases de transformación hasta llegar al yo más auténtico y sencillo.
Piezas de muy buena calidad, que duran, que se repiten, que se construyen con mimo… Ahí entran firmas como Lemaire. La ropa de Lemaire responde a un armario modular que evoluciona y crece con quien lo lleva. No se trata de deshacerse de ropa cada nueva temporada, o de compartimentalizarla para cada ocasión. Se trata de reunir piezas híbridas y transformables. Un concepto similar a Sacai, firma de la que os hablaremos muy pronto.
Lemaire es el puro espíritu urbano y fresco parisino. Es innovador, vanguardista y le preocupa tanto la estética como la multifuncionalidad. Piezas transformables con corchetes, cremalleras y detalles que las hacen multifunción.
Mientras, la ropa Saint Laurent, refleja el movimiento underground de la ciudad. De día, formal y elegante. De noche, liberado y misterioso. Se podría decir de la ropa de Yves Saint Laurent que tiene un caracter musical, acompañada por sinfonías de jazz y el rock’n’roll de un pasado de fiestas por París. Sus bolsos, además, se encuentran entre las piezas más deseadas de la temporada.