5 COLECCIONES DE MILAN FASHION WEEK 2024
El domingo se clausuraba la reciente Milan Fashion Week, con las propuestas de los diseñadores para primavera y verano 2025. Como ocurrió con otras semanas de la moda recientes, la mayor tendencia ha sido la ausencia de (grandes) tendencias. Esta temporada, sin embargo, las firmas parecen volver a contar historias.
Este año, algunas casas establecidas como Prada nos sorprendieron con giros de lo más inesperados. Bottega Veneta produjo lágrimas de emoción. Y Tibi buscó el movimiento como ninguna otra temporada anterior.
Exploramos lo nuevo de Bottega Veneta, Prada, Jil Sander, Gucci y Tibi.
Bottega Veneta: infancia y fantasía
Matthieu Blazy ha convertido Bottega Veneta en el desfile que todo el mundo quiere presenciar en Milán. Su nueva colección está inspirada en la infancia. Entre asientos tipo puff con forma de animales, e invitaciones con forma de conejito, Blazy transportó al público a un lugar que todos tenemos dentro: la nostalgia de la infancia y del juego. Los asientos Bottega Veneta de animales están inspirados en la silla Sacco, diseñada por Piero Gatti, Cesare Paolini y Franco Teodoro para Zanotta en 1968.
Las prendas parecían sacadas del armario de unos padres imaginarios, buscando evocar esa sensación de impresión inocente que tenemos cuando somos niños. Entre las siluetas elegidas se reafirmaron las chaquetas oversize, faldas con cortes asimétricos y detalles ranas metálicas en los cuellos. Por no hablar de los abrigos de cuero con solapas en forma de conejo.
La colección de Blazy ha sido, desde el sábado 21 de septiembre, lo más hablado de la temporada por dar en el punto más importante del ser humano: la emoción. Una vez más, demostró su capacidad de mezclar lo conceptual con lo cotidiano, creando piezas que no dejan de ser llevables a la vez que presentan un toque de humor y surrealismo, como sus bolsas de supermercado de “plástico”, hechas en realidad con cuero.
Prada: la reacción a los algoritmos
Miuccia Prada y Raf Simons parecen tener predilección por el comentario sobre el mundo digital. Su colección destacó por la individualidad de cada look, a los que Prada respondió que era una reacción contra un mundo dirigido por algoritmos.
Inspirados por la influencia digital desde el inicio de la era 4.0, y rebelándose contra la presión de la personalización en redes sociales, ambos diseñadores presentaron un desfile que mezclaba retro (archivo, el pasado) con futurista (el hoy, el mañana). Sombreros con gafas de astronauta, faldas con aberturas inusuales, arneses, correas, y muchos, muchos microespejos plateados.
La colección de Prada no contó su usual narrativa lineal, sino que celebró una discordancia y desorden visual como una forma de resistencia a la homogeneidad que producen las redes sociales. Para 2025, Prada invita a los consumidores a reflexionar sobre el concepto de su estilo personal, a adoptar un enfoque libre y autodefinido. Entre prendas deportivas, vestidos de lentejuelas y abrigos con flecos largos, Prada y Simons proponen una moda que vuelve a desafiar.
Jil Sander: Fotogramas de la noche
Lucie y Luke Meier han llevado a Jil Sander a un lugar más oscuro esta temporada, un reflejo del momento de cambio que estamos viviendo. Su fuente de inspiración principal fue la obra del fotógrafo canadiense Greg Girard, conocido por su fotografía urbana nocturna (digna de buscar en Google).
Imágenes de coches en los 80 y habitaciones de motel impresas en faldas, camisas de corte cuadrado, y una paleta de colores iridiscentes con el brillo de los trajes que evocaban el neón de la fotografía de Girard.
La colección destacó por incorporar elementos delicados como bordados de flores tridimensionales y paneles de crochet, equilibrando lo robusto con lo sensible, la naturaleza contra el asfalto. Jil Sander es una marca que habla al intelecto y a la sensibilidad.
Su colección inauguró la Milán Fashion Week SS 2025 con una idea que correspondería primero Prada, y luego Bottega Veneta: los cortes ochenteros han llegado para quedarse.
Gucci: “Casual Grandeur”
Sabato De Sarno se toma muy en serio su misión declarada desde su primer desfile: que Gucci vuelva a enamorar al mundo una vez más. Su colección “Casual Grandeur” trajo de vuelta a los archivos de la marca, con referencias sutiles a Jackie Kennedy y una mezcla de los 60 con un toque más moderno.
De Sarno marcó Gucci con una colección dedicada al verano sin fin. Inspirado en Jackie Kennedy y su estilo personal, el diseñador presentó un desfile que nos llevó a través de un espectro de colores cálidos, desde suaves blancos a amarillos y al profundo rojo Ancora, emulando la puesta de sol con los colores estivales.
Los vistazos a la historia de Gucci llegaron con la reintroducción de los bolsos Bamboo y Jackie, algunos de ellos personalizados por el artista Daido Moriyama. Las siluetas y pantalones de cintura baja promulgaron la sensación de ropa casual totalmente elevada gracias a sus cortes y materiales, mientras los vestidos de lentejuelas y piezas inspiradas en los trajes blancos de Tom Ford agregaron el toque de nostalgia que De Sarno conoce tan bien.
Al cierre, las modelos bailaban al son de “Non Voglio Mica La Luna” de Fiordaliso, cerrando la colección con el buen humor y optimismo que Sabato busca desde el principio.
Tibi: pragmatismo creativo
Este desfile no ocurrió, ni ocurre, en Milán, sino en Nueva York. Sin embargo, como una de las firmas más buscadas de OTTODISANPIETRO, quisimos incluir la colección de ropa Tibi.
Esta vez, Tibi desafió sus propios límites (sin descartar la utilidad y portabilidad de su ropa). Amy Smilovic, la mente detrás de la marca, presentó una colección que salió de sus propias convenciones al fusionar su pragmatismo creativo yla experimentación con la ropa de diario. Mendiante trajes con detalles inusuales como chaquetas híbridas y pantalones con cremalleras visibles, Tibi buscó que la ropa de oficina fuera de todo menos aburrida.
Gracias a su estética sencilla pero desafiante, Tibi aboga por la versatilidad y la autoexpresión. La colección resaltó la silueta de cintura baja y paneles que añaden volumen a piezas aparentemente sencillas, subrayando la libertad de vestir sin reglas rígidas.
Fuentes: Vogue Runway, Nicole Phelps